Romper el silencio, y hablar del hecho de haber sufrido abusos, implica dar un paso importantísimo. 

En la actualidad, en cuanto a los datos sobre abusos sexuales infantiles en España, según la Fundación Vicki Bernadet (2018), 1 de cada 5 niños sufre abusos sexuales antes de los 17 años, y de éstos/as, sólo el 10% será capaz de explicarlo cuando está pasando (1 de cada 10). En el 85-90% de los casos, la persona que abusa es del ámbito familiar o del entorno de confianza.

¿Por qué cuesta tanto explicar que se ha sufrido abusos sexuales? 

La revelación de un abuso no es fácil. Han podido pasar muchos años, desde que sucedieron los abusos, y en aquél entonces, cuando se era un/a niño/a, le hicieron creer a ese/a menor, que era un secreto, y muy posiblemente, un secreto que, si era contado, tendría unas consecuencias devastadoras para sus seres queridos… El miedo, cumplía un papel importante a la hora de mantener ese silencio. 

Además, muy posiblemente, ese secreto implicaba a algún adulto con quién ese/a niño/a, mantenía un vínculo especial, ya que muy probablemente era alguien de la familia, o de su entorno de confianza, y eso, aun complicaba más las cosas. La culpa, aquí, era una gran aliada del silencio. 

Cabe hacer especial mención al poder del abusador. El adulto, cuenta con estrategias de manipulación y coacción, que facilitan el acercamiento al/la menor.

Cuando alguien revela que ha sufrido abusos sexuales, ¿qué es importante hacer?

Está demostrado, que, ante la revelación de un abuso, mostrar un adecuado apoyo social, es fundamental en la superación de dicho abuso. 

Cuando una persona nos confía que ha sufrido abusos sexuales en su infancia, es muy importante que la creamos y nunca la cuestionemos (“¿estás seguro/a de lo que me estás contando?”, “se trata de una acusación muy grave…”), que no minimicemos lo que nos está explicando (“pero hace muchos años que pasó”, “es mejor que trates de olvidarlo”), y que la escuchemos con toda nuestra atención. 

También es importante agradecerle la confianza que ha tenido en compartir con nosotros/as una experiencia así, y ofrecerle nuestro soporte en todo aquello en lo que podamos ayudarle.

Puede estar bien sugerirle, que contacte con una/a profesional o entidad especializada, en el tratamiento de abuso sexual infantil, para que la asesore al respecto. De entrada, cada persona valorará si necesita tratamiento, pero un asesoramiento inicial, puede ser un buen punto de partida.

La revelación de un abuso sexual infantil, ¿supone el fin del sufrimiento?

No siempre. Tenemos que ir al caso por caso. Si bien es cierto, que el hecho de poner palabras al abuso sexual sufrido, puede suponer una sensación de alivio, en muchas personas, si la revelación no viene acompañada de un apoyo adecuado, emociones como la angustia, la culpa, la vergüenza,… se acentúan, y siguen en la vida de la persona, para quedarse.

Aquellas personas, víctimas de abuso sexual infantil, que después de la revelación, no son creídas, son cuestionadas, juzgadas, y no reciben el apoyo de sus familiares, … suelen pasar por un periplo de dolor y sufrimiento desgarrador, y acostumbran a necesitar apoyo psicológico especializado, para superar el abuso sexual, y para abordar la falta de apoyo de su entorno.

Por otro lado, aquellas personas que, ante la revelación del abuso, sí reciben el apoyo adecuado por parte de su entorno, en muchas ocasiones, puede que no necesiten soporte psicológico especializado, o que éste, sea más breve en el tiempo.

Insisto, debemos tener en cuenta el caso por caso, pero lo que sí está claro es, que el adecuado apoyo social, ante la revelación de un abuso sexual infantil, es un factor determinante en el proceso de recuperación.

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